Artístico
Cada nivel de mi viaje desbloqueó un nuevo poder.
Todos al servicio del storytelling.

Fotografía
Exploré la fotografía de moda autofinanciando mis proyectos con un trabajo como mesera y una Canon G7. Un año después, me lancé al reto 365, que me llevó de las pasarelas improvisadas a la fotografía urbana y Fine Art. En 2012, Instagram me eligió como Suggested User, disparando mi carrera como artista digital.

Storytelling
La escritura fue quizás el primer poder desbloqueado de mi trayectoria. Desde la infancia, cuando inventaba mi propio manga, hasta el día en que envié mis textos a VICE Magazine y me convertí en una de sus columnistas. En septiembre de 2014, uno de mis artículos —“Mis tres años de teibolera”— se volvió viral a nivel global, consolidando mi voz como escritora.

Literatura
Gracias a los rumores de que mi artículo viral era la antesala de una novela autobiográfica, en 2015 me sumergí en un viaje de casi cuatro años para publicar Las Cenizas de Ícaro. La obra sigue a Ixchel, una joven decidida a escapar del violento laberinto que su madre tejió alrededor de ella. Tras varios intentos fallidos, encuentra la aparente libertad en un club de striptease, donde deberá quemar sus alas para descubrirse a sí misma entre traiciones y excesos.

Diseño Web
Mientras escribía mi libro, entendí que necesitaba una habilidad digital que me sostuviera sin alejarme de la computadora. Fue así como descubrí el diseño y desarrollo web. Entre código, plantillas y noches infinitas, encontré un nuevo poder: abrir portales a través de un código.

Diseño Gráfico
Con el levantamiento de las restricciones sanitarias, varias empresas me contactaron para ayudarlas a “revivir” tras la crisis. Puse en juego todo mi arsenal: fotografía, escritura, desarrollo web y redes sociales. Para completar el conjunto sólo faltaba un poder: el diseño gráfico. Ese arsenal forjó las bases de mi propio studio creativo: Ahtziri Studio.

VOICEOVER
La adaptación de Las Cenizas de Ícaro a formato de audioserie me reveló un poder que no sabía que llevaba dentro: mi propia voz. Decidí formarme con un curso profesional de voice over y edición de audio, y de pronto me encontré prestando mi voz para campañas y proyectos de marcas globales como BYD Motors, Colgate, BBVA, Amazon, entre otras.

Filmmaking
En 2025 decido dejar a Ahtziri Studio como un satélite creativo para dedicarme de lleno a mi carrera individual como artista digital. Tras años desbloqueando súper poderes —fotografía, escritura, web, diseño, voice over— entendí que todas eran piezas de un mismo rompecabezas. Y la pieza que faltaba para unirlas en una sola visión era el filmmaking.